sábado, 21 de junio de 2008


LA ESPERA INTERMINABLE


Desde hace unos años espero que la normalidad vuelva a mi vida.
La normalidad de no tener que buscar la palabra adecuada en cada momento, e incluso de buscar el momento para preguntar cosas como, ¿qué tal?.
La normalidad para que después de una comida no haya una tragedia, tragedias que surgen de un calor interno del cuerpo que provoca gestos demoledores.
La normalidad de quejarse de un trabajo por cosas tan simples como que estos son unos trepas o que el jefe es un inepto....en fin cosas que no tengan mas trascendencia que esa, la queja banal.
La normalidad de pensar que la mala suerte no existe, y si existe no está siempre de tu lado.
La normalidad del insulto sin más sin que parezca que el mundo esta en contra.
La normalidad del cinismo.
La normalidad de no buscar un entorno perfecto.
La normalidad del estres llevadero sin traumas.
La normalidad de ser un cerebro plano y sin complicaciones.
La normalidad de volver a ser normal.
EN FIN...DE NO PENSAR Y QUE NO PIENSEN.

ESPERO..................................................

1 comentario:

UnaExcusa dijo...

Se llama crecer. Y es una putada.
De todos modos, a mí me gustas anormal y todo.